2004, ya que al ir rotando los contrincantes, esto se da cada tres años. Tenía claro que, si no le fichábamos, nos arrepentiríamos», recordó años después. Ángel Segurola dejó su plaza a Andoni Elizondo que regresó al banquillo, pero a partir de diciembre el equipo remontó e incluso llegó a estar muchas jornadas en puestos europeos, acabando de nuevo octavo. Superado el bache se volvió a la senda de las victorias y el equipo llegó a encadenar cinco victorias consecutivas, aunque ya con la clasificación para la Champions casi conseguida llegaron cinco jornadas consecutivas sin lograr una victoria, lo cual fue entendido por parte de la afición como un exceso de relajación del equipo y por distintas pruebas de Marcelino con los jugadores.