Para Michels (1981), se trataría de un «marcaje en zona» y diferiría del «marcaje individual» hecho en esa época por muchos equipos, en la medida en que, en ésa, cada jugador tenía que «marcar» siempre al mismo adversario. O sea, creemos que se trata de respuestas colectivas ante señales (o indicadores), que, cuando son debidamente identificadas, llevan a que el equipo actúe como un «todo». Creemos que es así por no pensar separadamente esos dos momentos al «jugar». La diferencia está solamente en la presión, esto es, en la agresividad con que se atacan los espacios y al portador de la pelota para provocar el error y así recuperar la posesión de la pelota. Wanceulen Moreno (1995) define el pressing como una acción colectiva en la cual los jugadores del equipo que lo practica molestan sin cesar a los jugadores contrarios, en particular al portador de la pelota, limitándole el espacio de acción e impidiéndole actuar con tranquilidad, camisetas futbol 2020 con la intención fundamental de recuperar la posesión de la pelota o simplemente evitar la progresión del equipo contrario. Intentaremos mostrar en este punto que, al contrario de lo que muchas veces se piensa, las intenciones de «defender en zona» y de hacer pressing no son incompatibles.
Coincidimos con Valdano, pues si podemos aceptar que, en lo tocante a la organización ofensiva, la Holanda y el Ajax de Rinus Michels había presentado la última gran «revolución táctica» de esta modalidad (aunque el «Barça» de Cruyff presentase algunas innovaciones tácticas), lo mismo no sucede en lo que respecta a la organización defensiva. Mourinho, rebate absolutamente que un equipo tenga que ser menos ofensivo para defender bien y nos dice que no consigue disociar los momentos «atacar» y «defender», pues “el equipo es un todo y su funcionamiento es un todo también”. Porque “la simple información no altera los comportamientos”, ya que “el hábito es un saber-hacer que se adquiere con la acción” (Frade, 2002), o lo que es lo mismo, en el hacerlo bien muchas veces, en entrenar (bien). Yagüe Cabezón, 2001), considerado uno de los «maestros» de la presión, defiende que “el rival sin balón es secundario: hay que presionar a quien la tiene y sus compañeros quedarán en fuera de juego”.
Garganta coincide enteramente. Tenemos, pese a todo, que volver a considerar que esta coordinación entre los jugadores depende de la referencia que es el balón. La innovación estaba, entre otros aspectos por ahora poco relevantes, en la sustitución de la referencia «adversario-atribuido por el entrenador» por la referencia adversario directo. Existe un equilibrio y si en determinados partidos ese equilibrio tiene que ser hecho con más jugadores, en otros se puede hacer con menos”. Yo tengo jugadores que llegaron de otros clubes que ya están trabajando conmigo desde hace dos meses y que aún no están mentalmente adaptados a la forma como nosotros defendemos. Hasta tal punto que los jugadores deben tener la sensación de que están unidos entre sí por una cinta elástica. Están preocupados por otras cosas. En la misma línea de razonamiento, Carvalhal nos dice que “la agresividad no tiene nada que ver con el hecho de que el equipo defienda en zona, hombre a hombre o individualmente.
Como hemos visto en el inicio de este punto, el pressing puede ser hecho «zonalmente», «hombre a hombre» o «individualmente». Este es un concepto diferente. Por lo tanto, fundamentalmente, conviene saber que si es verdad que el concepto de «zona» es inalterable, también lo es que con el tiempo se ha ido produciendo una revolución en cuanto a su ritmo y a su intención. Por lo tanto, si conseguimos recuperarla antes, mejor. Esto es, nos permite disminuir la profundidad del proceso ofensivo del adversario y, por lo tanto, dificultar la creación de espacios libres (Yagüe Cabezón, 2001). Merece la pena destacar, que no se trata aquí de jugar con la «almohadilla» del fuera de juego. ”. Ya Esnal Pardo (2001), cuando fue cuestionado sobre si la utilización frecuente del pressing implica un gran desgaste físico y si, al recuperar el balón, la fatiga acumulada perjudica las acciones ofensivas, dice que no concuerda, en la medida en que, si se hace bien, lo que se consigue es una buena distribución del trabajo. Wanceulen. Sevilla. Valdano, J. (2001). Apuntes del balón.
Valdano, 2002) a decir que la «zona presionante» “hace de la defensa el arte de atacar”. La zona pasiva, de retroceso y espera, fue dando lugar a una zona agresiva (Valdano, 2002), con la cual se procura impedir la construcción de juego por parte del adversario (Caneda Pérez,1999). “Pienso que la zona es la metáfora del colectivo. Si deseas comprar una camiseta de fútbol para tu hijo, esposo, novio, o para ti mismo, simplemente elija el tamaño del producto que desea, complete el número y el nombre que desee, agréguelo al carrito de compras y luego use el método de pago más seguro 🛡: tarjeta de crédito (VISA, MASTERCARD) o PayPal (VISA, MASTERCARD, TARJETA DEBITO), elija un método de envío altamente confiable : Correos y DHL Express. Pienso que quien dice eso sabe poco de fútbol! Goethals (1985, cit. por «Gazeta dos desportos», 07/06/1985) nos ayuda a sustanciar nuestra perspectiva: “La gran virtud de los holandeses no era la utilización de las bandas, que eso lo hacían los ingleses, mas sí la forma en cómo caían encima del adversario cuando perdían la pelota. Aunque un equipo no sepa dónde, cuándo y cómo va a perder la pelota, sabe que la va a perder.
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