Por ejemplo, para hacer una zona presionante avanzada, los momentos de transición tienen que ser hechos muy bien y por muchos jugadores y eso les exige permanente concentración. “Hay jugadores que por sí, por su actitud mental y por su concentración en el juego, es más fácil empujarlos para un pressing avanzado, para una transición avanzada, que a otros. »: “Hay dos tipos de trabajo con el balón: el integrado y el sistémico. ”. Por lo tanto, “la estrategia surge en función del adversario, es una apuesta que es un complemento” (Frade, 2004), y es un complemento porque lo fundamental es la forma de jugar del equipo, su «patrón» de juego. Mourinho (2001) explica que, de acuerdo con el adversario en cuestión, apuesta por dos o tres cosas importantes, que va sistematizando a lo largo de la semana. Guilherme Oliveira afirma que, en la «defensa en zona», “lo importante es el espacio, es cubrir los espacios, es quitarle espacio y tiempo de ejecución al rival”. Es importante ahora intentar percibir un poco mejor como el desgaste mental puede contribuir a la fatiga asociada a una «zona presionante» avanzada.
Si la «zona presionante» avanzada está bien hecha, poco juego va a poder hacerse en ese espacio. El Milán de Sacchi, con su «zona presionante», es, para nosotros, un ejemplo claro de que no nos tenemos que someter al equipo adversario cuando se trata de defender. Era un equipo con voluntad propia, que gustaba de ser independiente y de «jugar en acción». Si el adversario ataca por la derecha el equipo tiene que estar concentrado y en rombo para ese lado. De acuerdo con el mismo razonamiento, un equipo puede abrir determinados espacios de forma que permita que el balón entre allí para, con eso, hacer sobresalir los puntos débiles del adversario. Siguiendo el mismo principio, un equipo puede cerrar determinados espacios para intentar evitar que la pelota entre allí y, de ese modo, procurar anular un determinado punto fuerte del adversario. Para cualquier pregunta antes o después del pedido, nuestro equipo de atención al cliente está disponible por teléfono durante el horario comercial, por correo electrónico y en las redes sociales.
Esta camiseta transpirable con manga corta de equipación deportiva está hecha con materiales innovadores que hacen que la humedad desaparezca para poder seguir entrenando con comodidad. Por ejemplo, si el lateral izquierdo adversario viene con la pelota y el extremo derecho adversario está abierto junto a nuestra área, nuestro lateral izquierdo no tiene que estar pegado a su adversario directo. El Milán de Sacchi cerraba el corredor central con la intención de hacer entrar a la pelota en uno de los laterales y ahí recuperarla. Espero que este artículo te haya podido servir, ya que mi intención es guiar en la compra de una camiseta. En la camiseta podemos encontrar una unión entre el azul y el blanco en diversas zonas, acompañadas de líneas y puntos que le dan frescura al diseño. El pressing es una acción más global, más de conjunto y se refiere al dominio de las líneas de fuerza del juego y no a los adversarios directos. Tal como refiere Menotti (1980), lo importante en una confrontación es conservar el estilo y llevar al adversario a luchar en el terreno que mejor dominamos.
Es importante comprender que “preocuparnos en demasía por la dimensión estratégica puede llevarnos a alterar en exceso aspectos considerados como fundamentales en lo que se refiere a nuestra concepción del juego” (Frade, 2002). Esto es, “el énfasis puesto en la dimensión estratégica puede interferir con aquello que son los principios de juego. Pero básicamente consideramos que lo más importante somos nosotros, la forma como jugamos y automatizamos nuestro modelo, a veces vamos a algunos partidos completamente desinformados e ignorando cómo va a ser el comportamiento del adversario. Atiéndase, a propósito, a las palabras de Mourinho (2002c): “Nosotros analizamos a los adversarios, procuramos prever cómo se puede comportar contra nosotros, y procuramos posicionarnos en algunas zonas más importantes del campo en función de sus puntos fuertes”. “Nosotros analizamos a los adversarios, procuramos prever como se puede comportar contra nosotros, y procuramos posicionarnos en algunas zonas más importantes del campo en función de sus puntos fuertes. Hasta tal punto que conseguía llevar la pelota a las zonas donde más le interesaba recuperarla.
Frade (2002) defiende que existen zonas y momentos más importantes que otros para que se intente conquistar la posesión del balón, en función de la forma como el equipo quiera, enseguida, atacar. Además el equipo se preocupaba, por encima de todo, de sí mismo de su organización colectiva defensiva. No compartimos esta opinión y, como veremos enseguida, este es un argumento del que sólo se puede servir quien no percibe el verdadero papel de «entrenar» (a corto y a largo plazo) y la relevancia de una efectiva organización colectiva. Ahora, si tenemos determinado tipo de comportamientos, no conseguimos ser eficaces y después los jugadores no creen en lo que hacen y lo hacen mal, teniendo problemas en la ejecución de este tipo de defensa”, concluye. Quién sabe si el propio Sacchi no tenía en cuenta este aspecto. Así, el equipo adversario tenía la pelota, pero no el mando; en realidad, los jugadores eran víctimas transportadas mansamente hacia un lateral y ahí, «ñam, ñam», eran devorados.
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